miércoles, 28 de noviembre de 2012

3.2.3 Rutas: Organogénesis y Embriogénesis somática

3.2.3 Rutas: Organogénesis y Embriogénesis somática



Organogénesis Es la formación de un primordio unipolar a partir de una yema con el subsecuente desarrollo de este en un brote vegetativo, existiendo siempre una conexión entre los nuevos brotes y el tejido paterno. Estos brotes vegetativos son posteriormente puestos a enraizar en otra etapa, vía formación de primordios de raíces y el subsecuente enraizamiento final. Los brotes pueden formarse directamente del explante (organogénesis directa) o indirectamente a partir de callos. En contraste con la embriogénesis somática, en la vía organogénica para la formación de una planta completa, ya sea por la vía directa o indirecta, se requiere de una secuencia de medios de cultivo, ya que aquellos medios que favorecen el desarrollo de los brotes inhiben la formación de raíces y viceversa.

Hay dos formas de formación de yemas que son:

Formación de yemas axilares

La embriogénesis vegetal es el conjunto de procesos fisiológicos que conducen a la transformación de una sola célula, el cigoto, en un individuo multicelular más complejo el embrión contenido en la semilla madura. Requiere de fina regulación de multitud de elementos de desarrollo, que conducen a la elaboración de morfologías básicas (morfogénesis), el establecimiento de estructuras funcionalmente organizadas (organogénesis) y la diferenciación tisular. Además, debe generar las estructuras elementales de crecimiento activo en los sistemas modulares que son las plantas, esto es, los meristemos, así como las funciones necesarias para la ulterior supervivencia del embrión, como son la quiescencia y la germinación.

Durante la embriogénesis la planta tiene que superar varias etapas. Una es establecer el plan corporal básico del esporofito, el cual es reestructurado cuando se rompe la dormancia. Para establecer este plan, inicialmente se dan divisiones radiales que forman 3 sistemas tisulares básicos, el dermal, el basal y el vascular, luego se procede a las divisiones axiales que forman el eje apical (tallo) basal (raíz). Lo segundo es reservar tejido meristemático para la formación de estructuras postembrionarias y por último, debe establecer las reservas alimenticias para el embrión hasta que se vuelva autótrofo.

 

 

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