3.2.1 DESCRIPCION E IMPORTANCIA
Posiblemente el término “in vitro” ya no resulte extraño. El lenguaje
corriente y los medios de comunicación suelen referirse a técnicas de
fertilización in vitro. Básicamente, se trata de técnicas que se realizan en
laboratorios y que permiten la unión de las células sexuales, óvulos y
espermatozoides en recipientes de vidrio (de allí “in vitro”).
En el caso de los seres humanos, al formarse el embrión fuera del cuerpo
materno en el laboratorio, ya en sus primeras etapas se lo transfiere al útero
materno donde sigue su desarrollo hasta el nacimiento. La fecundación in vitro
en humanos se logró por primera vez en 1978.
Las plantas le llevan
una ventaja a la fecundación in vitro humana. Ya en 1902 se realizaron las
primeras experiencias relacionadas al cultivo de tejidos vegetales in vitro. Y
en 1922 se logró el primer experimento exitoso: la germinación in vitro de
semillas de orquídeas. Luego de la germinación, las plántulas obtenidas se
transfirieron a un medio de cultivo en condiciones asépticas, y así se
mantuvieron protegidas del ataque de microorganismos (hongos, virus y
bacterias) hasta convertirse en plantas adultas.
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